domingo, 14 de octubre de 2012


Más allegados a la viuda de Soria hablan de celos obsesivos de la mujer.


Tres amigas íntimas de Freydoz y uno del gobernador rionegrino asesinado declaran en el juicio en que se le imputa el crimen de su marido.

General Roca- Tres amigas íntimas de Susana Freydoz y uno del gobernador rionegrino asesinado Carlos Soria detallaron hoy la obsesión de celos y sospechas que padecía la viuda, en la cuarta jornada del juicio que se le imputa el crimen de su marido.
Elsa Romagnoli, una de las amigas más cercanas de Freydoz, describió ante los jueces cómo fueron incrementándose las sospechas de infidelidad y los celos de la imputada ante funcionarias jóvenes y otras mujeres.
Romagnoli señaló que Freydoz controlaba llamados y mensajes de su marido, y que en un encuentro de diciembre pasado entre el matrimonio Soria y el propio, "muy alterada" la esposa del gobernador le mostró el supuesto mensaje de una amante.
También Stella Maris Bonet y Elena Pereyra de Müller coincidieron con el testimonio de Romagnoli, y afirmaron que en los últimos dos años la conducta obsesiva de Freydoz fue en aumento, y que incluso la mujer evaluaba contratar a un investigador privado para seguir a su marido.
Del mismo modo, las tres aseguraron que sugirieron a Freydoz iniciar una terapia psicoanalítica, lo que comenzó a hacer en Neuquén pero luego rechazó, por temor a que su problema se divulgara por la ciudad.
Edgardo Peackock, esposo de Romagnoli, amigo de Soria y junto a su mujer también del matrimonio, también aportó información sobre los celos de Freydoz, que expresaba en forma "vehemente", y negó haber conocido evidencias sobre la supuesta infidelidad de parte de Soria.
Sin embargo, y al igual que hizo en la etapa de instrucción, Peackock, expresó que en alguna conversación sobre ese tema, el gobernador asesinado le "dio a entender" que tenía una relación extramatrimonial. "Nunca supe quién sería", agregó.


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