domingo, 14 de octubre de 2012


LA EMPLEADA DOMÉSTICA, UNA CLAVE

El restante testimonio de esta jornada fue el de Lilia Cárdenas, empleada doméstica del matrimonio Soria durante 18 años, quien aportó nueva información sobre el creciente consumo de alcohol y pastillas "rosadas" (psicofármacos según otras declaraciones) de parte de Freydoz.
Cárdenas dijo que la imputada bebía "tres vasos de vino blanco" en menos de una hora, y que luego continuaba tomando, aunque destacó que "nunca" la vio "mareada" o fuera de control.
Agregó que en el último año la viuda se manifestaba deprimida y triste, y que especialmente un día en el que celebraba su cumpleaños número 60, lloró delante suyo, reconociendo que se sentía muy mal anímicamente.
Entonces decidió informar de la situación a los hijos del matrimonio, que incluso analizaron la posibilidad de hacerla internar para iniciar un tratamiento, lo que finalmente descartaron.
De los testigos de hoy, Cárdenas fue la única que fue a visitar a Freydoz luego del hecho. Dijo que iba a cuidarla en los primeros días de enero, cuando vivía en la casa de una hermana en Allen, a 50 kilómetros de General Roca.
En esas visitas, la empleada veía a Freydoz y ambas se ponían a llorar. "Les arruiné la vida", le expresó la imputada en el último encuentro, aunque dijo que tiene la impresión de que en ningún momento manifestó saber qué había ocurrido.
Pasado mañana se realizará la quinta audiencia, a la que fueron convocados los peritos Adolfo Scatena, Marcelo Usal, Ismael Hamdam y la bioquímica Cristina Rubio, además de Rolando Roharte.
Freydoz está acusada de haberle disparado a su esposo en la mejilla izquierda el 1 de enero de este año alrededor de las 4 de la madrugada, luego de la reunión familiar de Fin de Año en la chacra del matrimonio en las afueras de General Roca.
El lunes 15 de octubre, la Cámara Primera en lo Criminal de General Roca inició el juicio a Freydoz, y hasta hoy declararon 19 testigos. Agencia Télam .

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